Ciudades y Barrios
30.01.2020
Descubre el nuevo concepto de minicasas en España y prepárate a conocer una de las viviendas más ecosostenibles.

¿Te atreverías a desprenderte de todo lo que no necesitas y vivir con lo mínimo? Pues adelante, porque esta opción ya es posible gracias a las minicasas. Espacios de menos de 40 metros cuadrados que suponen una opción más ecológica y sostenible. Popularizadas ya en Estados Unidos, el fenómeno se está resistiendo más en España. ¿Quieres saber más acerca de esta opción? Pues continúa leyendo nuestro blog.

En nuestro país, abunda la idea de relacionar el mayor tamaño de la vivienda con una mejor calidad de vida. Imagina que quieres huir de la ciudad y alejarte de todo el ruido y la contaminación. Tu opción podría ser una casa prefabricada campestre y tendrías una gran libertad de movimientos y una sensación de contacto total con la naturaleza. Aunque las ventajas son abundantes, estas edificaciones no están exentas de problemas.

Inconvenientes de esta modalidad

 

Un precio elevado para obtener eficiencia: el coste de estos hogares suele rondar los 30.000 euros, siempre dependiendo de los materiales usados y de sus dimensiones. Sin embargo, al añadirle el aislamiento, el precio se puede disparar hasta los 1.500 euros por metro cuadrado. Un esfuerzo económico que te vendrá bien hacer si deseas lograr una buena eficiencia energética sin sufrir los rigores del tiempo. Recuerda: estás a la intemperie.

Mala cobertura legal: la normativa prevé tanto las licencias de obra mayor como las de obra menor, pero en este caso, la ley no está adaptada a este contexto. Frecuentemente, los Ayuntamientos ponen trabas y esto provoca que las empresas se decanten por construir casas desmontables, pero no permanentes. La Ley del Suelo se hizo para evitar asentamientos ilegales que necesitaran abastecimiento de agua, luz y saneamiento. Algo salvable si la vivienda es autosuficiente.

Ventajas de esta modalidad

 

Utilidad como segunda vivienda: al ser principalmente móvil, se convierten en una herramienta muy útil para las vacaciones. Podrás trasladarlas a la parcela que quieras sin demasiado esfuerzo. Para los más viajeros, esto significa llevar la casa a cuestas allá donde vayan.

Ahorro de costes en verano e invierno: una vez completamente reforzados, este tipo de inmuebles cuentan con un mínimo consumo y son sostenibles a nivel medioambiental. O dicho de otra forma, cumplen con el concepto de casa pasiva (tal y como construyó el doctor Feist en 1991).

¿Cómo alcanzar una casa pasiva?

 

Para lograrlo, tendrás que gastar un 90% menos de energía. Para conseguirlo, sigue estos pasos:

  • Aislamiento adecuado: no necesita calefacción ni sistemas similares.
  • Ninguna fuga de aire: el aire no se puede escapar hacia el exterior
  • Ausencia de puentes térmicos: no puede haber ninguna zona por la que se escape el calor hacia el exterior. Éste es el gran problema de nuestras casas normales. Las paredes, los suelos, los techos o las ventanas dejan escapar el calor o frío hacia el exterior. Para contrarrestarlo, necesitamos poner la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano. Con este sistema, nos evitaríamos todas estas labores.
  • Ventanas de altas prestaciones: con triple protección y herraje para mantener su hermetismo. A esto hay que añadirle una correcta orientación de la casa. Esto es muy importante para asegurar la luz en los meses invernales y no abrasarse cuando aprieta la canícula.
  • SVC (Sistema de Ventilación Controlada): se logra gracias a una central que distribuye el agua. Salvando las distancias, funciona como nuestros pulmones. El aire no se mezcla, se renueva y se evita su desperdicio. ¡Recuerda que el objetivo es la eficiencia!

Si quieres comprar una casa, echa un vistazo a todas las que tenemos a la venta,.

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