Hogar
28.10.2021
Tener un huerto urbano en la terraza de casa es una buena opción para alimentarnos con productos de calidad.

La agricultura es una pasión muy común en nuestra sociedad, aunque en las ciudades resulta más complicado. La gran concentración de edificaciones y personas dificulta el acceso a los huertos tradicionales. En esta situación, un huerto urbano puede mejorar tu calidad de vida y ayudarte a llevar una vida más sostenible. ¿Quieres saber cómo conseguirlo y sacarle el máximo provecho?.

 

¿Qué es un huerto urbano?

 

Los huertos urbanos son un espacio al aire libre o el interior, como por ejemplo una terraza, destinados al cultivo de verduras, hortalizas, frutas o legumbres. Su origen se remonta a los años de la Revolución Industrial y se popularizó en las dos Guerras Mundiales. Debido a la falta de alimentos por la guerra, muchos estadounidenses lo utilizaron para subsistir con sus propios medios, sin depender del exterior.

 

Beneficios de tener un huerto urbano en nuestra terraza

 

Tener un huerto urbano en la terraza de casa tiene bastantes beneficios:

  1. Una mayor integración con la naturaleza: ver una planta crecer supone algo casi mágico. ¿Por qué se le caen las hojas? ¿En qué estación tiene mejor aspecto? ¿Cómo le afecta el sol?
  2. Reducen las islas de calor: en las grandes ciudades, es habitual que el calor se concentre entre los edificios. La presencia de plantas y vegetales reduce este efecto y ayuda a soportar mejor las épocas más calurosas.
  3. Mejoran la calidad del aire y el ruido: la fotosíntesis libera oxígeno y las plantas son capaces de absorber los sonidos.
  4. Reduce el riesgo de contaminación y de inundaciones: el proceso es más limpio y la tierra retiene más el agua de la lluvia, evitando las posibles lluvias torrenciales sobre el suelo de las ciudades.

 

Construcción del huerto urbano: pasos a seguir

 

El proceso para intentar todo esto es bastante complejo:

 

Elegir la ubicación

 

El lugar perfecto para colocar tu huerto urbano puede ser una terraza o un balcón. Lo normal es que el huerto se sitúe en una zona iluminada, orientado hacia la luz del sol (8-10 horas) y en lugar resguardado de las posibles corrientes de aguas.

Posteriormente, deberemos elegir el tipo de cultivo que queremos emplear. Algunos cultivos son más susceptibles a las plagas/enfermedades. Una vez elegida la variedad que queremos, procederemos al trasplante de dicha variedad.

 

Conseguir herramientas y recipientes

 

Los utensilios utilizados para trabajar en un huerto urbano son similares a los de una huerta convencional, aunque de menor tamaño: cultivador, palita, azadilla, rastrillo de mango, capazo o guantes.

 

Elegir el sustrato y abono adecuados

 

La mayoría de las plantas que podemos cultivar en nuestro huerto urbano tienen muchas posibilidades para crecer, aunque necesitarán un buen sustrato para hacerlo. El sustrato ideal tiene que cumplir varias características: reserva de nutrientes, humedad y aireación de las raíces.

  1. Sacos de sustrato universal: válido para todo tipo de plantas que mezcla diferentes materiales, como restos vegetales, turbas, compost y abono NPK (nitrógeno, fósforo y potasio)
  2. Atención a los materiales: usaremos la fibra de coco, el humus de lombriz y el compost como materiales principales. Respecto a otros materiales, es recomendable como complemento y en pequeñas cantidades.

 

Preparar la zona de cultivo

 

Una vez elegidos los materiales, el último paso es preparar toda la zona de cultivo. Para ello, seguiremos los siguientes pasos:

  1. Limpieza del huerto de hierbas y cultivos anteriores: si no es la primera plantación, hay que dejar la parcela completamente despejada. Cuando el cultivo esté asentado, puede ser interesante utilizar las malas hierbas para mantener el equilibrio.
  2. Retirada del huerto de hierbas y cultivos anteriores: retiramos el material vegetal para crear compost. En un año tendremos un buen abono.
  3. Abonar y aportar compost al huerto urbano: el fertilizante y los restos de materia orgánica pueden aportar estabilidad al cultivo. Las pieles de plátano y las peras también son necesarios.
  4. Remover la tierra del huerto: durante este proceso es recomendable retirar algo de tierra a lo largo de los surcos. De esa forma, tendremos tierra para ocasiones posteriores.
  5. Distribuir las plantas por el huerto: lo haremos en función del tipo de crecimiento o el cultivo utilizado. Es importante buscar un equilibrio. Si mezclamos calabacines (de gran crecimiento), con fresas de menores dimensiones, puede ser que unos cultivos invadan a otros y no se desarrollen bien.
  6. Plantación del huerto urbano: después de todo el proceso, cavamos pequeños hoyos e introducimos las semillas para que empiecen a germinar.

Ahora que ya conoces nuestros consejos para mantener tu huerto urbano en la terraza y los beneficios que te puede traer, entra en Housell para estar al día de más noticias sobre el mercado inmobiliario.

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